El aumento de la popularidad de las bicicletas eléctricas en Londres ha generado preocupación sobre la seguridad de estos vehículos de dos ruedas con motor eléctrico. Según datos proporcionados por la Brigada de Bomberos de Londres (LFB, por sus siglas en inglés), ha habido un aumento significativo de incendios causados por baterías de bicicletas eléctricas en la capital. Solo en 2023, la LFB registró 149 incendios causados por baterías de bicicletas eléctricas que explotaron, lo que representa un aumento del 71% respecto al año anterior. Trágicamente, tres personas perdieron la vida en estos incidentes y aproximadamente otras 60 resultaron heridas. El número de incendios de bicicletas eléctricas ha seguido aumentando en 2024, con al menos 40 incidentes reportados hasta ahora.

Los incendios de baterías de bicicletas eléctricas suelen ocurrir cuando las baterías de litio se dañan o se cargan de forma incorrecta. Charlie Pugsley, subcomisionado de la LFB, expresó su preocupación por la velocidad y gravedad de estos incendios, enfatizando el riesgo potencial que representan para la vida de las personas. La alta densidad de energía de las baterías de litio las hace especialmente peligrosas cuando explotan, generando llamas intensas y humo que pueden envolver un área en cuestión de segundos.

Aunque la LFB ha lanzado una campaña #chargesafe para crear conciencia y promover prácticas seguras de carga, el Sr. Pugsley teme que la situación pueda empeorar debido a la presencia de bicicletas eléctricas ilegales con motores y baterías más potentes. Estas bicicletas no cumplen con las regulaciones y pueden alcanzar velocidades de casi 40 millas por hora, lo que también representa un riesgo para la seguridad vial. A pesar de que el límite legal para las bicicletas eléctricas es de 250 vatios, los vendedores en línea promocionan abiertamente modelos con capacidades de hasta 2,000 vatios como "legales en la vía pública".

La propuesta del gobierno de aumentar el límite legal de potencia de las bicicletas eléctricas a 500 vatios ha generado preocupación en la LFB. El Sr. Pugsley cree que se necesita más investigación para comprender completamente las implicaciones de seguridad de dicho cambio. Hasta que se dispongan los resultados de esta investigación, sería imprudente proceder con el aumento de la capacidad de las baterías de las bicicletas eléctricas. La seguridad debe seguir siendo una prioridad máxima al considerar cualquier modificación en las regulaciones de las bicicletas eléctricas.

A medida que aumenta la popularidad de las bicicletas eléctricas, es crucial abordar los riesgos de incendio asociados con estos vehículos. Además de las regulaciones gubernamentales y los avances en la investigación, las campañas de concientización pública y las decisiones responsables de los consumidores desempeñarán un papel significativo en garantizar el uso seguro y agradable de las bicicletas eléctricas en las calles de Londres.

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