Mississauga, una ciudad en Ontario, Canadá, se prepara para presentar su primer sistema compartido de bicicletas eléctricas (e-bikes) y scooters eléctricos (e-scooters) este verano. La ciudad se ha asociado con Lime Micromobility y Bird Canada para proporcionar 300 bicicletas eléctricas con pedal asistido y 900 scooters eléctricos estilo patinete para uso público. Esta iniciativa tiene como objetivo satisfacer la creciente demanda de opciones de transporte ecológicas y al mismo tiempo reducir la congestión y las emisiones de vehículos.
Geoff Wright, comisionado de transporte y obras de Mississauga, expresó la emoción de la ciudad por el programa de micro-movilidad. Se espera que la flota llegue en junio y ya se han identificado 400 ubicaciones adecuadas para estaciones de acoplamiento.
Las e-bikes y los e-scooters han ganado popularidad en todo Canadá y muchas ciudades han implementado programas de bicicletas compartidas con pago por uso. Toronto, por ejemplo, lanzó su programa de bicicletas compartidas en 2011 y desde entonces se ha expandido a 9,000 bicicletas y más de 700 estaciones. Sin embargo, en comparación con sus contrapartes europeas o chinas, estos sistemas aún no se utilizan ampliamente en ciudades de América del Norte.
A pesar del desarrollo tradicionalmente de baja densidad en Mississauga, Murtaza Haider, profesor de la Universidad Metropolitana de Toronto, cree que poner a prueba programas de micro-movilidad es un experimento valioso. Haider sugiere que aunque la ciudad no sea un candidato convencional para compartir bicicletas, podría ser adoptada por estudiantes universitarios y compradores como una alternativa a los automóviles.
Sin embargo, existen preocupaciones sobre la seguridad de las e-bikes y los e-scooters. En los Países Bajos, se ha observado un aumento de las muertes de ciclistas desde la adopción de las e-bikes. Además, defensores de personas con discapacidades en Toronto han expresado preocupaciones sobre los e-scooters en las aceras de la ciudad, lo que supone un riesgo para los residentes discapacitados y de la tercera edad.
Para abordar estas preocupaciones, los socios de Mississauga han implementado tecnología GPS en sus dispositivos de micro-movilidad. Esta tecnología permite reducir la velocidad y restringir el uso en ciertas áreas. Los vendedores tienen la capacidad de implementar la geo-valla, similar a los dispositivos antirrobo en los carritos de compras, para garantizar el cumplimiento.
Si bien Mississauga reconoce el potencial de las e-bikes y los e-scooters como una alternativa de transporte, no se les permitirá usar en el transporte público. Se están desarrollando medidas de seguridad para garantizar el uso seguro de estos dispositivos, como inspecciones y certificaciones para las e-bikes en el transporte público.
La introducción del programa compartido de e-bikes y e-scooters en Mississauga representa el cambiante panorama de la ciudad y la necesidad de soluciones innovadoras para mover a las personas de manera eficiente. Este programa piloto proporcionará información valiosa y allanará el camino para opciones de transporte sostenible en el futuro.