La creciente utilización de baterías de litio-ion en diversos dispositivos electrónicos ha dado lugar a un preocupante aumento de incendios en todo Canadá. Según la Asociación Canadiense de Jefes de Bomberos, los incidentes relacionados con estas baterías recargables han aumentado significativamente, lo que ha generado alarma en los servicios de bomberos, abogados especializados en lesiones e incluso en Salud Canadá. Aunque estas baterías alimentan una amplia gama de productos, los principales culpables de estos incendios son los dispositivos de movilidad eléctrica, como las bicicletas eléctricas, los patinetes eléctricos y los dispositivos electrónicos de una rueda.
Las baterías de litio-ion, si bien son fuentes de energía eficientes, presentan un mayor riesgo de explosión y de provocar incendios en comparación con otros tipos de baterías. Su vulnerabilidad a los daños y a una manipulación inadecuada puede desencadenar un proceso agresivo llamado «runaway térmico», que lleva a la combustión. El jefe de bomberos Ken McMullen advierte que estos incendios se encienden rápidamente y son difíciles de extinguir, lo que a menudo abruma a los servicios de bomberos más pequeños debido a sus características únicas.
Un factor esencial que contribuye a estos incidentes es el uso de baterías no certificadas. Las baterías que carecen de certificaciones de seguridad internacionales, como Underwriter Laboratories (UL) y Conformite Europeenne (CE), presentan un mayor riesgo de incendio. Además, la sobrecarga, las modificaciones y las piezas incompatibles exacerbadas aún más el peligro potencial. Salud Canadá ha dedicado una página para educar al público sobre el uso seguro de las baterías de litio-ion, haciendo hincapié en los riesgos relacionados con la carga incorrecta, el almacenamiento y las modificaciones.
La naturaleza portátil de los dispositivos alimentados por baterías de litio-ion plantea preocupaciones sobre los incendios en espacios públicos cerrados, como apartamentos, ascensores, trenes, subways y autobuses. El abogado de lesiones personales Nainesh Kotak destaca las consecuencias catastróficas que pueden ocurrir cuando numerosas personas están expuestas a tales incidentes. Casos de tragedias como incendios en apartamentos y evacuaciones en el subway han subrayado la urgencia de abordar este problema.
En respuesta al creciente problema, varias jurisdicciones han implementado regulaciones para mitigar los riesgos. Metrolinx en el área metropolitana de Toronto y Hamilton ha prohibido el uso de baterías de litio-ion sin certificación UL o CE. Medidas similares se han tomado en ciudades como Londres y Nueva York para restringir la venta y uso de bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos que no cumplen con los estándares de seguridad reconocidos.
Si bien el riesgo de incendios causados por baterías de litio-ion no certificadas puede ser relativamente bajo, no se pueden ignorar las posibles consecuencias. Es imperativo que los fabricantes, minoristas y consumidores prioricen la seguridad y cumplan con las pautas establecidas para prevenir estos incidentes y proteger el bienestar público.
La industria de las baterías de litio-ion ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, impulsada por la creciente demanda de dispositivos electrónicos y productos de movilidad eléctrica. Se proyecta que el mercado global de baterías de litio-ion alcance un valor de $129.3 mil millones para 2027, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 18.0% entre 2020 y 2027. Este crecimiento se atribuye a factores como el aumento en la producción de vehículos eléctricos, la creciente adopción de soluciones de almacenamiento de energía renovable y el creciente mercado de dispositivos electrónicos de consumo.
Sin embargo, el aumento en el uso de baterías de litio-ion también ha generado preocupaciones en cuanto a seguridad y riesgos de incendio. Los incidentes relacionados con estas baterías han llevado a los organismos reguladores y actores de la industria a abordar los problemas relacionados con su uso. Los riesgos asociados con baterías no certificadas y una manipulación inadecuada han generado la necesidad de regulaciones y pautas de seguridad.
Para mitigar los riesgos, se recomienda a los fabricantes y minoristas garantizar que sus baterías de litio-ion cumplan con certificaciones de seguridad internacionales como UL y CE. Estas certificaciones indican que las baterías han pasado por pruebas rigurosas y cumplen con los estándares de seguridad. Se aconseja a los consumidores comprar y utilizar solo productos con baterías certificadas para reducir el riesgo de incendios y posibles daños.
Además de las certificaciones de seguridad, es crucial cargar, almacenar y manipular adecuadamente las baterías de litio-ion para minimizar el riesgo de incendios. Salud Canadá ha proporcionado pautas en su sitio web para educar al público sobre el uso seguro de estas baterías. Esto incluye recomendaciones sobre evitar la sobrecarga, almacenar las baterías en lugares frescos y secos y no modificar ni utilizar piezas incompatibles.
La preocupación por los incendios causados por baterías de litio-ion se extiende más allá de los dispositivos electrónicos personales. La portabilidad de estos dispositivos plantea preocupaciones sobre incendios que ocurren en espacios públicos cerrados, como apartamentos, ascensores, trenes, subways y autobuses. La posibilidad de que numerosas personas estén expuestas a estos incidentes destaca la necesidad de medidas de seguridad y regulaciones estrictas.
Los organismos reguladores de todo el mundo han comenzado a implementar medidas para abordar los riesgos asociados con las baterías de litio-ion. Por ejemplo, Metrolinx en el área metropolitana de Toronto y Hamilton ha prohibido el uso de baterías no certificadas en dispositivos de movilidad eléctrica. Se han visto restricciones similares en ciudades como Londres y Nueva York, donde la venta y el uso de bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos que no cumplen con los estándares de seguridad reconocidos están limitados.
En conclusión, si bien el uso de baterías de litio-ion ha revolucionado las industrias electrónica y de movilidad eléctrica, no se pueden ignorar los riesgos de incendio y las preocupaciones de seguridad. Los actores de la industria, incluidos los fabricantes, minoristas y consumidores, deben priorizar la seguridad y cumplir con las pautas y regulaciones establecidas para prevenir incidentes y garantizar el bienestar público.