En un giro reciente que podría influir en la estrategia ambiental de Polonia, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se negó a apoyar una iniciativa del gobierno polaco destinada a subsidiar la compra de bicicletas eléctricas. La propuesta tenía como objetivo facilitar la transición para los ciudadanos a medida que Polonia avanza hacia un futuro de transporte más sostenible, en vista de las próximas prohibiciones de vehículos de motor de combustión que comenzarán en 2034.
La propuesta, que el Ministerio de Clima de Polonia defendió enérgicamente, sugería que ofrecer asistencia financiera para bicicletas eléctricas proporcionaría una alternativa viable para aquellos que no pueden permitirse comprar autos eléctricos. La funcionaria de Clima, Urszula Zielińska, expresó que dicho apoyo podría beneficiar especialmente a las personas mayores, haciendo que las bicicletas eléctricas sean una opción atractiva para aquellos que necesitan ayuda con la movilidad.
Sin embargo, el BEI no compartió esta visión optimista. Después de un análisis detallado, el banco expresó escepticismo sobre si los subsidios propuestos reducirían significativamente las emisiones de CO2. En consecuencia, los fondos solicitados de 300 millones de PLN, esperados del Fondo de Modernización, no se asignarán a la iniciativa de bicicletas eléctricas de Polonia en este momento.
La rechazo de esta propuesta significa que Polonia debe esperar hasta marzo de 2025 para otra oportunidad de solicitar estos fondos. Este desarrollo deja a Polonia en una encrucijada, necesitando reevaluar sus estrategias para cumplir con los objetivos ambientales futuros sin el apoyo anticipado. La situación plantea preguntas sobre la efectividad de los planes actuales y la disposición de las instituciones financieras para financiar soluciones ecológicas innovadoras.