Un reciente estudio realizado por la Universidad de Houston ha arrojado luz sobre los beneficios para la salud de la transición a los vehículos eléctricos (VE). El estudio examinó diferentes escenarios de electrificación en cuatro importantes ciudades de Estados Unidos y encontró que un escenario de electrificación total podría prevenir un número significativo de muertes prematuras cada mes.
En Houston, por ejemplo, un escenario de electrificación total podría evitar 157 muertes prematuras mensualmente. Del mismo modo, Nueva York y Chicago podrían evitar 796 y 328 muertes prematuras al mes, respectivamente. Estos hallazgos resaltan el impacto positivo potencial de la adopción de VE en la salud pública.
Además, el estudio también proyectó beneficios económicos para las ciudades en términos de resultados de salud. Los investigadores estimaron que las ciudades podrían ahorrar entre $51 millones y $249 millones al día al hacer la transición a vehículos eléctricos. Estos ahorros se atribuyen a la reducción de los costos de atención médica y al aumento de la productividad debido a la mejora de la calidad del aire.
Si bien los beneficios para la salud de los VE son evidentes, cada ciudad requiere regulaciones o estrategias únicas para hacer la transición con éxito a los vehículos eléctricos. Esto significa que los formuladores de políticas y los planificadores urbanos deben considerar las necesidades y características específicas de sus respectivas ciudades al diseñar e implementar iniciativas de VE.
Los hallazgos de este estudio se alinean con el creciente interés global en opciones de transporte sostenible. Se ha desarrollado un mapa interactivo global único, conocido como el Atlas del Transporte Sostenible en las Ciudades, para medir el progreso de las ciudades en la adopción de opciones de transporte libre de automóviles. El mapa analiza nueve métricas de movilidad sostenible en más de 1.000 áreas metropolitanas en todo el mundo.
La adopción de bicicletas eléctricas, o e-bikes, también ha ido en aumento en varios países europeos. Los modelos de e-bikes con batería ahora representan la mayoría de las ventas de bicicletas en países como Austria, Bélgica, Alemania y los Países Bajos. Esta tendencia ofrece lecciones valiosas para América del Norte, ya que demuestra cómo catalizar la adopción de e-bikes y también resalta los desafíos potenciales que pueden surgir cuando estos vehículos se vuelven ubicuos.
En conclusión, los beneficios para la salud de la transición a vehículos eléctricos son evidentes. No solo los VE pueden ayudar a prevenir muertes prematuras y mejorar la calidad del aire, sino que también pueden generar importantes ahorros económicos para las ciudades. A medida que más ciudades de todo el mundo adopten el transporte eléctrico, es crucial adaptar las estrategias a las necesidades y características únicas de cada ciudad. Al hacerlo, podemos maximizar el impacto positivo de la adopción de VE en la salud pública y el medio ambiente.
