La calle King de la ciudad está experimentando importantes mejoras en su infraestructura, que incluyen la sustitución de las vías del tranvía y una tubería de agua de 146 años de antigüedad. Si bien las mejoras son necesarias, han creado peligros para la seguridad de los peatones, especialmente para aquellos que caminan por la sección de la acera afectada.
Con la calle llena de vehículos eléctricos y bicicletas que no pueden usarla, los peatones ahora se encuentran en riesgo de colisiones con ciclistas zigzagueantes, conductores de motonetas, scooters y bicicletas eléctricas que viajan a velocidades de hasta 45 km/h.
Aunque la ciudad prohíbe circular en bicicleta, e-bike, motoneta y motocicleta por la acera, la situación en la calle King es única porque estas formas alternativas de transporte no tienen otro lugar a donde ir. Si bien no hay una regla específica que les exija bajarse de sus vehículos, se recomienda hacerlo de todas formas.
Si bien el código de la carretera provincial establece algunas excepciones para los ciclistas que comparten carriles designados para bicicletas con peatones, se insta a tener precaución al pasar por peatones, especialmente aquellos que son más vulnerables, como los niños o los ancianos.
El debate sobre circular en bicicleta por la acera sigue polarizado entre los ciclistas. Algunos argumentan que es inseguro y arriesgado, mientras que otros creen que ciertas situaciones les obligan a circular por la acera. La falta de infraestructuras para ciclistas en la zona agrava el problema, poniendo a los ciclistas en una posición difícil.
La ciudad ha implementado medidas para abordar la situación, incluyendo señalización para advertir de cierres de carretera y animar a los ciclistas a bajarse de sus vehículos o encontrar rutas alternativas. También se han colocado letreros de «Comparte la vía» para promover una convivencia segura entre los conductores y los ciclistas cuando corresponda.
Los trabajos de construcción, que se espera que se completen en noviembre de 2024, resaltan la necesidad de una planificación de la infraestructura mejorada para dar cabida al creciente número de vehículos eléctricos y ciclistas, al tiempo que se garantiza la seguridad de los peatones. Equilibrar las necesidades y la seguridad de todos los usuarios de la vía debe seguir siendo una prioridad para la ciudad a medida que continúa desarrollando su red de transporte.