Karol Smith
A medida que las tensiones globales aumentan, especialmente con China, las limitaciones de los avanzados aviones de combate F-35 Lightning II de la Armada de los Estados Unidos han despertado un renovado interés en sus implicaciones estratégicas. Aunque conocido por su sigilo y capacidades avanzadas, el radio de combate del F-35C está levantando cejas debido a su impacto potencial en la seguridad de los portaaviones en regiones disputadas como el Pacífico.
El Dilema del Alcance
Con un radio de combate de aproximadamente 600 millas náuticas, el F-35C supera a su predecesor, el F/A-18 Super Hornet, en misiones aire-aire. Sin embargo, su fuerte dependencia de los portaaviones, junto con su capacidad de carga reducida, presenta un dilema estratégico. Para llevar a cabo operaciones de manera eficiente, los portaaviones deben acercarse más a los adversarios, arriesgándose a la exposición a sistemas sofisticados de denegación de acceso/área (A2/AD), como los desplegados por China. Por ejemplo, se informa que los misiles chinos tienen un alcance de impacto de hasta 2,200 millas náuticas, una amenaza significativa contra los portaaviones de EE. UU. que operan demasiado cerca de costas hostiles.
Soluciones Innovadoras
En respuesta, la Armada de los Estados Unidos está avanzando activamente en el programa F/A-XX, destinado a desarrollar una nueva aeronave con un alcance mayor y una mejor integración con sistemas no tripulados. Este programa podría revolucionar los futuros grupos de ataque de portaaviones, mejorando su capacidad de operar de manera segura desde distancias mayores.
Si bien el F-35 sigue siendo un avión de combate excepcional, sus limitaciones operativas requieren soluciones innovadoras. El F/A-XX representa un paso crítico hacia la reconfiguración de la estrategia de aviación naval y el mantenimiento de una ventaja estratégica.
A medida que persisten las tensiones geopolíticas, comprender y abordar estos desafíos tácticos es crucial para salvaguardar el futuro de las operaciones navale…
