El Consejo del Pueblo de Key Biscayne ha decidido extender la prohibición actual de dispositivos de micromovilidad, incluyendo bicicletas eléctricas y scooters eléctricos, cuando expire el próximo mes. La prohibición de emergencia fue promulgada después de un trágico accidente en el que un querido tutor falleció en una colisión con una bicicleta eléctrica conducida por un niño de 12 años.
El Consejo discutió varias opciones para abordar el problema, incluyendo restricciones de edad para los operadores, pero una disposición legislativa que habría permitido a los municipios establecer dichas restricciones murió recientemente en el Senado estatal. Esto ha limitado las opciones del Pueblo para regular.
El Administrador del Pueblo, Steve Williamson, recomendó extender la prohibición para darle al Pueblo tiempo para evaluar las acciones de la Comisión del Condado de Miami-Dade con respecto a la jurisdicción sobre Crandon Boulevard, una carretera estatal que actualmente permite la operación de bicicletas eléctricas y scooters eléctricos. Sin embargo, vale la pena señalar que estos dispositivos están prohibidos de ser operados en aceras o carriles para bicicletas.
Si bien el Consejo reconoce la necesidad de una ordenanza permanente, hay poco consenso sobre los detalles. Algunos miembros abogan por prohibir ciertas clases de bicicletas eléctricas, mientras que otros argumentan a favor de una prohibición total. También se han planteado preocupaciones sobre la seguridad de las baterías de iones de litio utilizadas en estos dispositivos, citando incidentes de explosiones e incendios resultantes.
A pesar de las preocupaciones planteadas por algunos residentes, hay apoyo para una prohibición permanente, especialmente a la luz de los peligros potenciales que representan estos dispositivos. Algunos complejos de condominios ya han implementado sus propias prohibiciones, mientras que otros han reportado problemas con conductores menores de edad que operan carritos de golf.
A medida que el Consejo del Pueblo de Key Biscayne sigue lidiando con el problema de los dispositivos de micromovilidad, es claro que encontrar una solución que equilibre las preocupaciones de seguridad con las necesidades de los residentes es de suma importancia. La extensión de la prohibición le dará al Pueblo la oportunidad de considerar cuidadosamente sus opciones y potencialmente implementar una ordenanza permanente que aborde los desafíos únicos planteados por las bicicletas eléctricas y los scooters eléctricos.
