A medida que los centros urbanos crecen cada vez más congestionados, los patinetes eléctricos y las bicicletas han aumentado en popularidad, ofreciendo una alternativa ágil a los métodos de transporte tradicionales. Sin embargo, el rápido aumento de estos dispositivos de micromovilidad plantea preocupaciones sobre la seguridad de los usuarios. Recientes datos revelan una tendencia preocupante: los accidentes que involucran patinetes eléctricos y bicicletas eléctricas están en aumento, reflejando su popularidad entre los habitantes de la ciudad.
En los últimos años, las ventas de bicicletas eléctricas se dispararon, pasando de 250,000 unidades anuales en 2018 a más de un millón en 2022, mientras que el alquiler de patinetes eléctricos se ha expandido significativamente. A medida que más personas adoptan estos modos de transporte, las salas de emergencia han notado un aumento notable en las lesiones relacionadas. Un estudio completo examinado las lesiones sufridas entre 2017 y 2022, revelando estadísticas alarmantes: los incidentes con bicicletas eléctricas aumentaron de apenas 750 a casi 23,500, y las lesiones por patinetes eléctricos saltaron de 8,500 a más de 56,000.
El estudio también destacó diferencias en el comportamiento de seguridad entre los riders, mostrando que el uso del casco entre los usuarios de vehículos eléctricos era notablemente inferior al de sus contrapartes convencionales. Los entornos urbanos emergieron como particularmente peligrosos, representando la mayoría de los accidentes reportados.
Aunque la atracción de la micromovilidad es innegable debido a su conveniencia, es esencial que los usuarios adopten precauciones de seguridad—como usar cascos y adherirse a las leyes de tráfico—para mitigar los riesgos. A medida que los patinetes eléctricos y las bicicletas eléctricas continúan transformando el desplazamiento urbano, un enfoque equilibrado hacia la seguridad será crucial para garantizar una experiencia divertida.
Visión general de la industria
La industria de la micromovilidad, que abarca patinetes eléctricos (e-scooters) y bicicletas eléctricas (e-bikes), ha explotado en centros urbanos de todo el mundo, impulsada por la creciente demanda de opciones de transporte más flexibles y ecológicas. A medida que las ciudades se congestionan cada vez más, el atractivo de soluciones de viaje rápidas y rentables nunca ha sido tan relevante. Se ha proyectado que el mercado total abordable para la micromovilidad supere los $200 mil millones en los próximos años, con un crecimiento significativo tanto en dispositivos compartidos como de propiedad privada. Los principales actores en la industria incluyen empresas como Lime, Bird y Spin, que se enfocan en el alquiler de patinetes eléctricos, y fabricantes como Rad Power Bikes y Giant, que atienden al mercado de bicicletas eléctricas.
Pronósticos del mercado
De cara al futuro, se espera que los mercados de patinetes eléctricos y bicicletas eléctricas mantengan tasas de crecimiento sólidas. Según investigaciones de mercado recientes, se proyecta que el mercado global de patinetes eléctricos crecerá a una tasa compuesta anual (CAGR) de más del 10%, alcanzando aproximadamente $42 mil millones para 2030. De manera similar, el segmento de bicicletas eléctricas está en una trayectoria para superar los $38 mil millones para 2025, ya que más consumidores optan por opciones de desplazamiento sostenibles y eficientes. El período posterior a la pandemia ha generado un renovado interés en la movilidad al aire libre y personal, contribuyendo a estas previsiones optimistas.
Problemas de seguridad en la industria
A pesar de las tendencias prometedoras, la seguridad sigue siendo una preocupación importante dentro del sector de la micromovilidad. El alarmante aumento en las lesiones relacionadas con patinetes eléctricos y bicicletas eléctricas ha provocado discusiones urgentes sobre medidas regulatorias y estándares de seguridad. Por ejemplo, las ciudades están considerando cada vez más implementar pautas más estrictas para los servicios de alquiler y exigir características como limitadores de velocidad y carriles designados para dispositivos de micromovilidad. Además, existe la necesidad de campañas educativas que fomenten un comportamiento de conducción responsable—como el uso de cascos y seguir las leyes de tráfico—para reducir aún más las tasas de accidentes.
Además, la infraestructura en muchas áreas urbanas no ha mantenido el ritmo del crecimiento de la micromovilidad. La falta de carriles para bicicletas dedicados y cruces peligrosos representa desafíos para los riders, lo que requiere esfuerzos concertados de los planificadores urbanos para mejorar la seguridad y accesibilidad de las opciones de micromovilidad.
A medida que los patinetes eléctricos y las bicicletas eléctricas continúan reshapeando la dinámica del transporte urbano, la importancia de equilibrar la innovación con la seguridad del usuario sigue siendo primordial. Las partes interesadas, incluidos los fabricantes, los responsables de políticas y los usuarios, deben colaborar para establecer un marco que promueva viajes seguros, eficientes y agradables.
Para más información sobre esta industria en expansión, puede visitar The Washington Post o consultar Forbes.